Osteopatía

Desde mi punto de vista, el concepto de Osteopatía hace referencia a una visión global de todos los tejidos de nuestro cuerpo relacionándose, trabajando juntos como piezas de un meticuloso engranaje.
Como disciplina terapéutica la osteopatía consiste en conocer en gran detalle no sólo la anatomía y fisiología del cuerpo humano, si no, lo más importante, entender cómo estos sistemas están interconectados y descubrir cómo reaccionan ante una lesión que altera el equilibrio.

La osteopatía busca reestablecer el equilibrio perdido, entendiendo al cuerpo como un todo, sin aislar los sistemas como las especialidades médicas. Lo que sucede en nuestros pies afecta a nuestra forma de masticar y cómo lo hagamos, puede incluso provocarnos un molesto dolor de cabeza. Si no conocemos esta posible relación de síntomas, cuando vayamos al traumatólogo le hablaremos de nuestro dolor de pies y éste, probablemente, nos remitirá a un podólogo para que nos diseñe unas plantillas que corrijan nuestro defecto al pisar. Estas plantillas puede que alivien los síntomas, pero nuestro cuerpo ha tenido que adaptarse durante un tiempo a esa pisada y ahora tiene que readaptarse a la nueva situación.
Si el dolor más fuerte hubiera sido el de la mandíbula, hubiéramos ido al especialista maxilofacial que nos hubiera propuesto una alternativa terapéutica dentro de su especialidad, pero probablemente (y ojalá me equivocara) no nos ha preguntado cómo pisamos o si nos duele un pie.
Las articulaciones están conectadas y cualquier cambio que se produzca en nuestro pie, afectará a nuestra rodilla y a su vez a la cadera, a la pelvis y probablemente llegue hasta nuestra columna lumbar. Entendiendo la biomecánica de nuestro sistema musculoesquelético, nos será más fácil escuchar a nuestro cuerpo y reconocer síntomas "mecánicos" con más facilidad.

La conexión, probada científicamente, entre todos los sistemas a través de la fascia hace que una intervención osteopática pueda ayudar a mejorar lesiones que se habían producido en otros niveles. La Osteopatía visceral, por ejemplo, puede ayudarnos a mejorar una hernia de hiato, problemas menstruales, estreñimientos etc..Y muchos dolores referidos tienen su origen a este nivel.

Un dolor que no desaparece con un tratamiento local, debería llevarnos a la búsqueda de un origen que ha alterado todo el sistema. La principal vía que el cerebro tiene para llamar nuestra atención es el dolor. Si hay desequilibrio, el sistema se altera y el cerebro nos lo hace saber enviándonos la sensación de dolor.

En conclusión, la Osteopatía funciona buscando el origen de una lesión y cuando la encuentra, la trata respetando y facilitando la autorregulación del organismo. Cómo decía el padre de la Osteopatía, Andrew Taylor Still, refiriéndose a la lesión: " Hállala, fíjala y déjala".


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